miércoles, 22 de agosto de 2012

Estado, régimen político y gobierno - Rosendo Bolivar Meza


En este artículo el autor nos introduce a los conceptos de Estado y régimen político. Nos plantea que el Estado, especialmente el moderno, es una máquina capitalista que se exterioriza por medio del régimen político. En otras palabras, el régimen político solo es la forma tomada por el Estado, las formas institucionales adoptadas; mas no es el Estado.
            Al distinguir estos conceptos podemos reflexionar el porqué los movimientos sociales de tinte popular han fallado. Cuando se intenta luchar contra el capitalismo y sus consecuencias, la gente busca cambiar el régimen en vez de reformar el Estado y modificar su naturaleza capitalista. Si solo se lucha contra el régimen, se modificará la forma pero no se arrancará el problema de raíz.  
            Lo anterior ya ha sido estudiado por Lenin, quien nos describe al Estado como un aparato capitalista al mando de los burgueses; un sistema que puede tomar muchas formas pero en esencia esta diseñado para explotar a las clases trabajadoras. Al mismo tiempo, Lenin describe que aunque el Estado es creado por la sociedad, poco a poco se va distanciando, poniéndose por encima de esta y dominándola.  
            Por otra parte, como lo señala Tilman Evers, dentro del Estado también se pueden incluir a los medios de comunicación masiva, pues como miembros de las instituciones “extraestatales”, participan en la dominación de la sociedad. Quise tocar este punto porque, lamentablemente, “…en México el 90% de la población obtiene su información política a través de la televisión…”[1]. Los poderes fácticos aprovechan este hecho para manipular gran parte de la información, y convertir su opinión personal en opinión pública. De igual manera, hunden la carrera de cualquier político que no comparta sus opiniones o que vaya en contra de sus intereses.
            Con respecto a la economía mundial, el autor nos explica el hecho de que ya es indispensable relacionarse con el mercado internacional para poder subsistir. Un país no podría sobrevivir viviendo solamente con el mercado local. Este tipo de condiciones nos pone en una situación desfavorable, pues al momento de presentar el capital nacional “…la garantía de la existencia y de la expansión del capital nacional en el mercado mundial pasa a ser: garantía de la existencia y de la expansión de los intereses del capital extranjero en el espacio económico periférico…”[2] En otras palabras, con este tipo de economía mundial los países centrales utilizan el territorio de las periferias para expandir su propia economía. Un perfecto ejemplo, en México hay más empresas extranjeras que nacionales. 
            Siguiendo con el tema de subordinación, el texto nos comenta que la manera en la que se instaura el capitalismo en un país, define si este tendrá un capitalismo periférico, o tendrá uno central. Es decir, el centro es donde inició la mejora de la tecnología y así fue como se introdujo el sistema capitalista; mientras que la periferia son los que tuvieron que adaptarse a este sistema, ya que los centros dominantes del mundo se los impusieron.
            Dicha separación, entre países centrales y países periféricos, pone en un contexto inferior a las periferias. Esto debido a que se encuentran sometidos ante las metrópolis, quienes solo ven por sus intereses económicos y a veces políticos. Este punto lo podemos ejemplificar con la intervención de Estados Unidos en gran parte de los países latinoamericanos. Como es el caso de la dictadura chilena, por mencionar alguno, donde Chile tuvo que soportar la imposición de Augusto Pinochet solo porque Estados Unidos no “aprobó” a Salvador Allende.
            Por otro lado el artículo nos explica la visión de Ruy Mauro Marini, quien plantea que América Latina entra al mercado laboral como exportador de materias primas, a cambio de que los países industrializados le dieran manufacturas. Gracias a los productos ofrecidos por Latinoamérica, existe un avance en la economía mundial y en la riqueza de los países centrales. Es decir, si no hubiera un exportador de recursos naturales o de bienes primarios, los países altamente industrializados no podrían continuar con sus actividades económicas. De mismo modo, gracias a su producción de alimentos y productos agropecuarios, se pudo satisfacer la demanda de recursos que exigía la creciente población de los grandes países.
            Aún cuando se puede notar el importante papel de América Latina en la economía mundial, vemos que se sigue encontrando en un sitio inferior a los países desarrollados. Esto sucede porque en el mercado tiene más valor un producto procesado que un producto primario, y siendo Latinoamérica una región exportadora de materia prima, le pagan menos del precio real en las exportaciones y viceversa en las importaciones. Ante esto, Bolivar Meza menciona que incluso cuando se intentó un proceso de industrialización mediante la sustitución de importaciones, se siguió teniendo una desventaja por no contar con una tecnología tan avanzada como en los países hegemónicos.
            En este punto concuerdo con el autor, ya que aún cuando las periferias han notado las ventajas del desarrollo científico y tecnológico, y la necesidad de invertir cada vez más en estos ámbitos; la desventaja sigue latente aún en nuestros días. Tristemente no hay similitud entre la tecnología manejada en México y la utilizada en países como Alemania o Japón.
            El último punto del tema de economía, es el de plusvalía. En sentido amplio, es la utilidad obtenida. El texto nos menciona dos tipos de plusvalía: la absoluta y la relativa. La primera se obtiene al contar el trabajo que requirió el producto y el trabajo excedente; mientras que la segunda se da cuando se reduce el tiempo o el trabajo que requirió dicho producto, para obtener así más ganancia para el burgués. Una definición más acertada de esta, es la mencionada por Marx, quien nos dice: “La producción de plusvalía relativa supone, pues, un régimen de producción específicamente capitalista”[3]
            Para finalizar, el autor nos resume la diferencia entre Estado, gobierno y régimen. Estado, a diferencia de cómo se utiliza, es un concepto más abstracto, mientras que gobierno es la personificación de Estado, aquél que habla en su nombre. Régimen político, por otro lado, es la manifestación externa de este.
            En manera de opinión, pienso que la investigación realizada por este autor es bastante impresionante. Bolivar Meza tuvo la capacidad de citar autores y obras que aun cuando no sean contemporáneos, siguen explicando nuestra situación. Debo de admitir que fue una lectura desafiante, ya que los conceptos utilizados son bastantes técnicos y era difícil seguirle el hilo conductor; sin embargo fue bastante interesante comparar la situación de México con las ideas planteadas y, lamentablemente, encontrar similitudes.

 Bibliografía
-         Rosendo Bolivar Meza “Estado, régimen político y gobierno”, Revista mexicana de ciencias políticas, núm. 134, México, UNAM/FCPyS, octubre-diciembre, 1988, pp. 143-157.


[1] Dresser, Denisse, El país de uno. Reflexiones para entender y cambiar a México. México, Aguilar, 2011, p. 179
[2] Bolivar Meza, Rosendo. Estado, régimen político y gobierno. México, 1988 P. 149
[3] Marx, Karl. El capital. España, Ediciones Akal, 2007. Pp. 426